viernes, 11 de mayo de 2018

¿Capitalismo salvaje?

Javier Jové analiza con sencillas pruebas el absurdo mito (pero con mucho interés por extenderlo) de que estamos viviendo (y "sufriendo") un capitalismo salvaje sin normas ni control alguno...
Hoy nos venden que los males de la sociedad actual vienen del neoliberalismo salvaje, de la falta de regulaciones y de la impunidad con que actúan las multinacionales. Nos dicen que es preciso meter en vereda a las empresas para frenar los abusos. Quieren hacernos creer que el mundo actual se asemeja al salvaje oeste, un mundo sin leyes, donde impera la ley del más fuerte. Es preciso controlar, regular, vigilar la operatoria de los agentes económicos y la vida de las personas. Sin embargo, esa visión que tratan de colocarnos es falsa, radicalmente falsa. Si no me creen, aquí les van unas cuantas cifras basadas en el informe de la CEOE “Producción normativa 2017” y después juzguen ustedes mismos.
Según el citado estudio, entre 1970 y 2017 se han aprobado en España un total de 41.883 normas de ámbito nacional. Una media de 872 al año. El año pasado fue un ejercicio con un número algo inferior de producción normativa, tan “sólo” se aprobaron 517 normas, las cuales han ocupado 223.043 páginas en el BOE. Además, las Comunidades Autónomas aprobaron en 2017, 253 normas con rango de ley, para lo cual fueron necesarias 731.525 páginas del BOE. Sumadas ambas –disposiciones de ámbito nacional y autonómico- tenemos que el año pasado se publicaron 954.568 páginas de nuevas regulaciones en el Reino de España. El equivalente a 3.818 libros de 250 páginas de extensión ¿se imagina? ¿quién puede leerse eso en un año?
Por si esto les pareciera poco, además están las disposiciones de ámbito inferior a la Comunidad Autónoma: Diputaciones Provinciales, Ayuntamientos, Cabildos Insulares etcétera. Con sus ordenanzas, Planes Generales de Ordenación Urbana y demás normas. Las cuales aparecen dispersas en los diversos Boletines Oficiales correspondientes y cuyo estudio llevaría un titánico esfuerzo.
Pero aquí no acaba el maremágnum normativo pues hemos de añadir los actos legislativos adoptados por la Unión Europea que, en 2017, alcanzaron la cifra de 1.920 entre Reglamentos, Directivas y Decisiones. La legislación vigente en la Unión Europea asciende a la friolera de 46.147 normas.
¿Les sigue pareciendo que vivimos en la ley de la selva? ¿Qué tiene ésto de liberal? ¿Realmente sigue pensando que el problema es que tenemos pocas normas, que vivimos en la ley de la selva? ¿No cree que lo mismo el problema que tenemos no es de falta sino de exceso de normas? Pues así es, porque recuerde, cada nueva norma, cada nueva regulación no es más que una nueva restricción a su libertad, un impedimento y un obstáculo a la acción humana, que ve reprimida su creatividad, su capacidad de actuar, de generar actividad, de crear riqueza y empleo. Hemos llegado a un punto en que hemos esclerotizado la vida en sociedad impidiendo el desarrollo económico y social. Ahora toca retirar todo ese corsé normativo que nos impide desplegar todo el potencial y recuerde, la situación actual ni de lejos tiene algo que ver con el capitalismo salvaje, ni con el neoliberalismo, ni la desregulación, sino con el intervencionismo más asfixiante jamás conocido.

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