jueves, 8 de marzo de 2018

Cuatro factores que explican la brecha salarial, mal entendida como brecha salarial de género, que no hay

Estos cuatro motivos que expone Juan Ramón Rallo (y que voy a desarrollar un poco más pues son con frecuencia malinterpretados) son los que explican las diferencias salariales entre hombre y mujeres. Cuando escuchamos en los medios la brecha salarial es de tanto o tanto otro, no están comparando las mismas variables entre sexos. Ajustando las respectivas variables, la brecha se cierra. Es decir las diferencias aparecen porque:


1)se comparan horas brutas totales de los hombres y horas brutas totales de las mujeres. Qué dicen los datos? Que el hombre trabaja más horas por término medio que la mujer (más empleos a tiempo completo y menos a tiempo parcial, menos trabajo con flexibilidad laboral que la mujer...). Ajustando esa variable a salarios por hora, parte de esa brecha que oímos reiteradamente en los medios de manera tan superficial se cierra. 

2) se comparan salarios de todos los hombres con todas las mujeres, pero esto no tiene en cuenta que un trabajador gana más cuantos más años trabaja. Los mayores salarios a lo largo de la vida profesional se alcanzan antes de la jubilación, y esta diferencia ocurre independientemente del sexo. Es decir hay desigualdad contigo mismo a lo largo de tus años. Como la incorporación de la mujer a la vida laboral fue más tardía, la proporción de hombres en edades más avanzadas respecto a la de la mujer es mayor, por lo que en comparación los salarios bruto de los hombres (que están en la misma proporción en todas percentiles de edad) son mayores frente a los de la mujer (porque hay menos proporción de mujeres en edades avanzadas que en edades o percentiles más bajas). La mayor proporción de hombres de más avanzada edad respecto a la mujer explican una mayor experiencia y una mayor proporción de cargos directivos y de responsabilidad, lo que se refleja en mayores sueldos. Esto explica otra parte de la brecha salarial. Por supuesto, la propia evolución demográfica va limando esta diferencia, que es nula tanto a nivel de educación universitaria como en las primeras etapas laborales. 

3) Se comparan sueldos brutos de mujeres con los de hombres independientemente del trabajo que realicen. Los hombres en promedio ocupan y eligen trabajos más técnicos mientras que las mujeres ocupan y eligen en promedio más relacionados con lo social (a los hombre les atraen más los trabajos relacionados con las cosas y a las mujeres los relacionados con las personas, pues son más sociables, lo que no es una cuestión educativa, sino evolutiva y que diferencia al cerebro de la mujer). A su vez los hombres ocupan y eligen en promedio y proporción trabajos más arriesgados y la mujer ocupan y eligen trabajos de menor riesgo laboral. Ambas cuestiones indican y producen salarios mayores en promedio para el hombre y la mujer aún cobrando exactamente lo mismo en cada sector. Eliminando esta variable, otra parte de la mencionada brecha se cierra. 

4) Por último, la cuarta variable que explica las diferencias de salario entre hombres y mujeres (a lo bruto) es el impacto de la maternidad, que por motivos obvios (biología) afecta más a la mujer que al hombre. A este respecto cabe indicar varios hechos. La mujer actualmente cobra más en las edades hasta llegar a la maternidad pues anteriormente anteponía su carrera a su familia (otro hecho que demuestra que no es una cuestión de machismo discriminatorio por ser mujer). Pero el hecho de la maternidad supone un antes y un después (momento en el que muchas mujeres anteponen la familia a su carrera). Para empezar, es la edad más importante (treintena) donde se decanta la carrera profesional y los ascensos...La maternidad supone un problema en este sentido en muchos trabajos (en otros no) por la que muchas mujeres madres no tienen opción a dicho ascenso o puesto de mayor responsabilidad (y tiempo) por dicha cuestión biológica. No es una cuestión de ser mujer en sí, sino de ser madre. Así, en proporción el hombre y las mujeres sin hijos ven su carrera profesional y su salario crecer más. Y esto es una cuestión de elección voluntaria por parte de muchas mujeres también. Hay una mayor tendencia en muchas mujeres a renunciar parcialmente a su carrera profesional para dedicar más horas a su familia. Esto también está relacionado con el punto 1, pues más mujeres deciden voluntariamente elegir contratos a tiempo parcial o de mayor flexibilidad laboral para pasar más horas con sus hijos.
Esto son hechos que muestran que la brecha salarial tan mentada no se produce porque el empresario/a paga más al hombre por ser hombre (eso es lo que pretenden explotar políticamente diversos políticos y lobbies para obtener réditos diversos), sino por diversas variables y razones.
Y cabe añadir una cosa. Algunas críticas vienen a decir que todo se debe a una cuestión educativa y SOLO una cuestión educativa (y hay razones particulares que les llevan a defender esto, pero ese es otro tema). Pero tampoco es cierto. Si bien el componente educativo es importante para cambiar ciertos hábitos, son también esenciales para entenderlo la biología evolutiva y la neurociencia (y que explican diversas elecciones tales como el tipo de trabajo, social-técnico o una mayor elección del tipo de contrato de manera voluntaria parcial-completo). Su intento de rechazo proviene intereses políticos, pues para el político intervencionista, para el ingeniero social que pretende moldear al humano según sus deseos (rechazando la naturaleza humana, y de ahí han venido las mayores atrocidades totalitarias de la historia) necesita que se crea que todo es una cuestión educativa que puede moldear a su gusto sometiendo a las personas. La existencia de la naturaleza imposibilita la ingeniería social.
En conclusión, la brecha salarial existe (y tiene una explicación analítica). La brecha salarial "de género" (fruto de un prejuicio machista) no.

Juan Ramón Rallo: 
"La brecha salarial entre hombres y mujeres es un artefacto estadístico que se puede descomponer en cuatro factores:
1º Diferencia de horas trabajadas: Los hombres, de media, trabajan más horas que las mujeres.
2º Diferencia de categorías profesionales: Los hombres, de media, llevan más años en las empresas y disfrutan de categorías profesionales más elevadas.
3º Diferencias sectoriales: Los hombres, de media, trabajan en sectores mejor remunerados que las mujeres.
4º Diferente impacto de la maternidad: Los hombres, de media, renuncian menos a sus carreras profesionales que las mujeres al ser padres.
Estos cuatro elementos explican por qué los hombres, de nuevo en términos medios, cobran más que las mujeres. Los empresarios no pagan menos a las mujeres por ser mujeres, sino porque, de media, realizan un trabajo distinto al de los hombre (en cantidad y calidad).
Cuestión distinta es a qué se deben esas cuatro diferencias (¿por qué las mujeres trabajan menos horas o en sectores menor remunerados?): si a factores biológicos, culturales, elegidos, impuestos, etc. Pero si el trabajo es distinto (y lo es), el salario también deberá serlo."

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