La menstruación. Otro ejemplo de feminismo de tercera ola (marxista) y de su financiación pública

Una nueva muestra del feminismo actual (marxista de tercera ola que se ha apropiado de la etiqueta feminista para emplearlo como herramienta de lucha). 

Un feminismo que aboga por la eliminación de los tampones y compresas, porque son heteropatriarcales. Y claro, quien emplea métodos para evitar sangrados por cuestiones de comodidad, de estética, de eficacia...no es una "verdadera" mujer. Lo feminista es emplear esponjas marinas, sangrar libremente no empleando nada o emplear ropa absorvente. Y la mujer que elija lo contrario no es una mujer libre, sino dominada por el heteropatriarcado, que no sabe lo que hace.

Y es que ya se sabe, en el marxismo, no hay posibilidad para la discrepancia ni la libertad de elección. Solo se es libre si se elije lo que el ingeniero social (el poltiburó que manda). No por otra cosa, defienden el "fomento de la organización tribal en detrimento de la familia", pues ésta siempre ha sido una barrera o resistencia de la hegemonía socialista y de sus planes de ingeniería social de "construcción de un hombre nuevo", acabando con los valores y ataduras que lo impidan. 

Pero para estas mujeres "libres" (pese a que no pueden estar más sometidas a una ideología), "la menstruación también puede ser vista como un espacio de salud, de placer, de vivencias y experiencias". 

Pero habría que ir más allá. Para librarse del heteropatriarcado, tendrían que ir desnudas y no emplear ningún tipo de analgésico, medicina en general, tecnología y volver al bosque en su organización tribal. Y ojo con que llevaran a cabo algún tipo de división especializada del trabajo (herramienta esencial para el desarrollo de una sociedad compleja y evolucionada) como ya se empezó a realizar en las tribus. 

Y todo esto, financiado con tu dinero, que es de lo que viven vía subvenciones, en este caso concreto, grupos nacionalistas-socialistas. 

A quién le extraña que una mayoría de las mujeres no se consideren feministas (pues cabe destacar que el feminismo dominante no tiene nada que ver con el feminismo clásico, que defiende la igualdad de derechos y leyes entre el hombre y la mujer. El feminismo de tercera ola solo emplea esta igualdad como herramienta defensiva cuando alguien les critica, lejos de sus actos, hechos y exigencias).