sábado, 25 de febrero de 2012

Las 10 fobias más comunes (Curiosidades, Anécdotas históricas. 210)

Este es el ranking de las 10 fobias más comunes, así como la explicación del fenómeno y de las mismas:

"La fobia es un trastorno de salud emocional que se caracteriza por un miedo intenso y desproporcionado a objetos o situaciones concretas. “Respondemos con ansiedad extrema sin motivo aparente, la fobia surge de manera súbita y rápida, perdemos el control y sentimos una gran angustia. Cuando hemos sentido estas sensaciones, no queremos que se vuelvan a repetir e intentamos, mediante la evitación, dar de lado ciertas situaciones”, explica a El Confidencial Antonio Cano, doctor en psicología y presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés.

Las fobias -como matiza Cano- se dividen en dos grandes categorías: las específicas y las sociales, siendo las primeras mucho más comunes. “Según los últimos datos, en España el 3,5% de la población manifiesta síntomas que encajan en un trastorno de fobia específica. Y es más del doble de frecuente en mujeres que en varones (1,9% en ellos y 5% en ellas)”, recalca el experto.

Las fobias específicas se dividen en cinco subcategorías, según los criterios del manual diagnóstico de los trastornos de ansiedad y de otros desórdenes en los que la ansiedad está presente (DSM-IV TR por sus siglas en inglés). Tipo animal, tipo ambiental, tipo sangre-inyecciones-daño, tipo situacional y otros tipos, “como miedo al atragantamiento, al vómito, a los sonidos altos o a los disfraces”, engloban las fobias específicas más comunes.

Las fobias sociales "interfieren marcadamente con la rutina normal de la persona, con las relaciones laborales o académicas, familiares o sociales”, explica el psicólogo. Hablar o comer en público, asistir a reuniones sociales, dictar clases, dar exposiciones, aparecer en televisión o en espectáculos públicos, asistir a una cita amorosa, mirar directamente a los ojos o miedo a vomitar en público son los miedos más comunes.

El ‘top ten’ de las fobias más comunes "cuyos nombres no son de uso común en el ámbito clínico, ni el ámbito científico", advierte Cano.

1- Aerofobia: Se trata, posiblemente, de la fobia más común. De hecho, se calcula que sólo el 5% de los pasajeros que se suben a un avión no sufren ningún temor. En los casos más extremos, los aerofóbicos sufren trastornos de ansiedad incluso meses antes, ante la perspectiva de un futuro viaje.

2- Claustrofobia: Se estima que entre un 2 y un 5% de la población padece miedo a los sitios cerrados. Estas personas suelen evitar los ascensores, el metro, los túneles, las habitaciones pequeñas y hasta las puertas giratorias les pueden presentar dificultades. Incluso el uso de equipos para técnicas de diagnóstico médico como el TAC.

3- Agorafobia: Se trata del miedo a los espacios abiertos y es un trastorno más común entre las mujeres que entre los hombres. El agorafóbico teme todo aquel lugar donde no se sienta “seguro” o no pueda “recibir ayuda”. “Hay gente que tiene miedo a que les de un ataque fuera de casa y nunca salen solas”, ejemplifica el experto quien matiza que la agorafobia no es una fobia específica sino otro trastorno de ansiedad diferente, "caracterizado por el temor y la evitación de situaciones que pueden desencadenar una reacción de pánico. Su prevalencia en los últimos doce meses es del 0,4% (0,2% en varones y 0,6% en mujeres)".

4- Brontofobia: “Suele iniciarse en la infancia. Los miedos a situaciones relacionadas con la naturaleza y los fenómenos atmosféricos como tormentas con truenos y rayos, precipicios o aguas profundas son los más comunes”, asegura Cano.

5- Enoclofobia: Se define como un persistente, anormal e injustificado miedo a las avalanchas, multitudes o a encontrarse entre mucha gente. “Las fobias a veces se aprenden por una situación que se considera peligrosa”, asegura Cano. Por ejemplo, después de la avalancha del festival ‘Love Parade’ en Berlín en el que murieron una veintena de personas, pensar en aglomeraciones nos puede producir ansiedad.

6- Zoofobia: Ejemplos de zoofobias específicas podrían ser entomofobias (miedo a los insectos), apifobia (miedo a las abejas), aracnofobia (miedo a las arañas) o mirmecofobia (miedo a las hormigas). También existe el miedo a los reptiles (herpetofobia), o a las serpientes en particular (ofidiofobia). “Incluso hay personas que temen a los animales domésticos e inofensivos, como el perro (cainofobia), el gato (ailurofobia), las palomas (colombofobia) y gallinas (alektorofobia) o los peces (ictiofobia)”, matiza el psicólogo.

7- Hematofobia: Hace referencia al miedo a la visión de sangre o heridas, o a recibir inyecciones. Esta fobia suele caracterizarse por una intensa respuesta vasovagal, “por ejemplo descenso de la presión arterial y/o desmayos”, explica Cano. Las personas con fobia a la sangre anticipan que pueda producirse un desmayo y las desagradables sensaciones de mareos y náuseas y evitan hacerse análisis.

8- Dentofobia: Consiste en un miedo extremo y persistente a asistir a las consultas odontológicas. Incluso pensar o escuchar sobre ir al dentista podrá marcar un estrés psicológico.

9- Acrofobia: Se trata del miedo a las alturas. La fobia suele manifestarse cuando nos asomamos a un balcón, estamos en un mirador elevado o junto a un precipicio. “Que no haya barandillas o sean bajas intensifica el miedo”, apunta Cano

10- Necrofobia: El miedo a la muerte es algo natural e instintivo en el hombre, posiblemente porque la muerte representa lo desconocido. Además, se asocia la muerte con los padecimientos que la preceden como el dolor y el sufrimiento. Algunas personas sufren una verdadera fobia a la muerte y a los muertos.

Los fóbicos pueden experimentar pánico, taquicardia, falta de aire, temblores y un fuerte deseo de huir. La solución: “Lo primero de todo es que el paciente conozca bien en qué consiste su fobia para ayudarle a interpretar su realidad de otra manera, que aprenda a relajarse y por tanto afronte mejor sus miedos”, sentencia Cano, quien asegura que un alto porcentaje de pacientes supera sus fobias."

Fuente: El Confidencial

2 comentarios:

  1. Muy interesante. En el caso de la claustrofobia, puedo decirte que la resonancia magnética es mucho más problemática que el TC. Sin ir más lejos, en un servicio de RM alrededor del 10% de los pacientes son incapaces de hacerse la prueba por culpa de la claustrofobia (el dato no es científico, es estimado a partir de mi experiencia). A estos pacientes se les cita un día concreto y se les somete a una sedación suave para evitarles la angustia.
    Saludos!

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